Florencia ha sido por muchos años la cuna de la cultura y del arte. Aquí han nacido los mayores artistas del Renacimiento y de toda la historia de la humanidad.
El patrimonio artístico es infinito: los museos (Uffizi, Pitti, Bargello, el Arqueológico, el de Arte Moderna, el Opera, en la Catedral); las bibliotecas, las academias (de la Crusca, del Cimento, La Colombaria) y los jardines (Cascine, Boboli). Los monumentos religiosos, como la Catedral (Santa Maria del Fiore) , con el campanario de Giotto y la inmensa cúpula de Brunelleschi destacando sobre ella, que alberga la Piedad Bandini, de Michelangelo; el baptisterio, con las puertas de bronce de Ghiberti e de Andrea Pisano; Santa Maria Novella; Santa Croce, donde se encuentran las tumbas de los grandes: Machiavelli, Michelangelo, Galileo, Alfieri, Foscolo, Rossini; San Lorenzo, con la sacristía de Brunelleschi (la vieja) y de Michelangelo (la nueva).
La arquitectura se expresa en obras grandiosas, como el Palazzo Vecchio, la Loggia dell'Orcagna, el Spedale degli Innocenti (Hospital de los Inocentes, antiguo orfanato) realizado por Brunelleschi, el Palazzo Medici, la galería Pitti de pintura y el Ponte Vecchio, con su característica doble fila de talleres, a ambos lados del puente, que desde 1500 son exclusivos de los orfebres.